Colombia
La Alcaldía de Bogotá propone ampliar el horario de rumba hasta las 5:00 a.m. ¿Qué implicaciones tendrá esta medida?
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Por: Equipo de redacción
En Bogotá, la fiesta nocturna está a punto de dar un giro. La propuesta presentada por la Alcaldía Mayor busca extender el horario de funcionamiento de bares, discotecas y otros establecimientos nocturnos hasta las 5:00 a.m., una medida que, según sus promotores, traerá beneficios para la economía y la seguridad de la ciudad.
Esta propuesta está siendo evaluada por la ciudadanía y se encuentra en consulta pública. Mientras algunos celebran la medida, otros plantean dudas sobre sus implicaciones en términos de seguridad y convivencia.
La economía nocturna de Bogotá es una de las más dinámicas de la ciudad. Desde bares hasta restaurantes y gastrobares, este sector genera cerca de 493,000 empleos, lo que representa un 11.77% del total del empleo en la capital, según Asobares. Más aún, este ecosistema es un punto de entrada al mercado laboral para jóvenes y mujeres, consolidándose como una de las primeras fuentes de trabajo para muchos bogotanos.
Las actividades comprendidas dentro de la división CIIU 56, que incluyen bares y discotecas, aportan significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) de Bogotá. Para 2024, se estima que este sector generará más de 7.6 billones de pesos. A pesar de estos datos positivos, el sector enfrenta retos relacionados con la regulación y la competencia desleal de negocios informales.
El principal objetivo de la medida es unificar los horarios de funcionamiento en todos los establecimientos nocturnos de la ciudad. Según la Alcaldía, actualmente algunos lugares operan hasta las 3:00 a.m. y otros hasta las 5:00 a.m., lo que genera un desorden en la gestión del tiempo y recursos de las autoridades. Este desfase ha dado pie a los “amanecederos”, lugares ilegales que siguen funcionando después del cierre oficial de los establecimientos. La extensión de los horarios busca evitar esta situación y garantizar una mejor regulación.
Gustavo Quintero, secretario de Gobierno de Bogotá, enfatiza que la medida tiene como objetivo “trabajar de la mano con los establecimientos legales y con la ciudadanía para combatir la rumba ilegal”. La idea es que, al unificar el horario, las autoridades podrán concentrar sus esfuerzos en hacer cumplir la ley de manera más eficaz, evitando la informalidad que afecta la seguridad y el bienestar de los jóvenes.
Uno de los aspectos más comentados por los ciudadanos durante la consulta pública sobre el decreto es la preocupación por la seguridad y el acceso al transporte público. Los críticos señalan que una extensión del horario de rumba puede generar caos en las calles y afectar el orden público. Sin embargo, la Alcaldía asegura que se implementarán medidas para garantizar una salida gradual de los asistentes a los establecimientos y mejorar el acceso al transporte público para los trabajadores del sector.
La propuesta también ha abierto un debate sobre el futuro de Bogotá como una ciudad 24 horas. Para algunos, la extensión del horario de rumba refleja una ciudad que se adapta a las nuevas realidades del entretenimiento y la economía global. Bogotá, como muchas otras capitales del mundo, busca capitalizar el potencial de su vida nocturna, convirtiéndola en un activo cultural y económico.
El nuevo decreto, que incluye medidas como la creación de un “Índice de Seguridad, Convivencia y Orden Urbano” (ISCOU), promete ser un indicador clave para monitorear los efectos de la ampliación del horario. Esta herramienta permitirá ajustar la normativa si es necesario, garantizando que la medida no perjudique la seguridad ni el orden urbano.
La consulta pública sigue abierta, permitiendo que los ciudadanos y los actores del sector se expresen. Algunos están a favor, mientras que otros temen que la medida afecte negativamente la calidad de vida en Bogotá.