Colombia
Mientras la Iglesia católica celebra al patrono de Europa, el puertorriqueño inicia una residencia histórica en su país.
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Por: Erika Mesa Díaz
Creativa Digital
El 11 de julio une dos historias aparentemente distantes: la de San Benito de Nursia, patrono de Europa y fundador del monacato occidental, y la de Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio y eligió esta fecha para iniciar su residencia histórica en el Choliseo.
Mientras el santo es venerado por su espiritualidad y milagros, el artista urbano rinde homenaje a sus raíces con 30 conciertos que prometen revitalizar la economía local de su país.
San Benito nació en Nursia (Italia) alrededor del año 480 d.C. en una familia noble. Desilusionado por la decadencia moral de Roma, se retiró a una cueva en Subiaco para vivir como ermitaño. Más tarde, fundó la Abadía de Montecasino y escribió la Regla Benedictina, base del monacato occidental con el lema "ora et labora" (reza y trabaja). Fue proclamado patrono de Europa en 1964 por su papel en la consolidación del cristianismo.
Su medalla, una de las más antiguas del catolicismo, se usa para protección contra el mal y tentaciones. San Benito también es conocido como el "santo de las causas perdidas" por los milagros atribuidos a su intercesión, como el de un cuervo que alejó pan envenenado de sus manos.
Los fieles recurren a San Benito para pedir protección espiritual y física, especialmente en situaciones difíciles. Sus oraciones buscan alejar maleficios, herejías y enfermedades, así como fortalecer la fe. Una de las más populares invoca: "Destierra de nuestra vida las asechanzas del maligno espíritu".
Además, es patrono de ingenieros, arquitectos y agricultores. Su influencia trasciende lo religioso: la Regla Benedictina inspiró modelos de organización comunitaria y laboral, enfatizando el equilibrio entre trabajo y contemplación.
Bad Bunny inició el 11 de julio su residencia No me quiero ir de aquí en el Choliseo, con 30 conciertos hasta septiembre. La elección de la fecha coincide con el día de San Benito; aunque no hay confirmación de que sea intencional, hay quienes creen que Benito se está encomendando a su patrón por el éxito de este espectáculo, que ya está totalmente vendido.
El evento, que incluye réplicas de casas típicas puertorriqueñas en el escenario, generará un impacto económico estimado en $200 millones y atraerá a 200,000 visitantes.
El artista destacó que priorizó a los residentes locales con ventas presenciales de boletos, para reforzar su conexión con la cultura boricua. Esta residencia sigue su álbum Debí tirar más fotos, un tributo a los géneros tradicionales como la salsa y la bomba.
El 11 de julio entrelaza lo sagrado y lo profano: San Benito, símbolo de fe y disciplina, y Bad Bunny, ícono cultural que celebra sus raíces. Mientras el santo dejó un legado espiritual, el artista redefine la identidad puertorriqueña en la música global. Dos Benitos, dos historias, una fecha que los une en la memoria colectiva.