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Miles de despidos, carreras en crisis y un futuro laboral en transformación. Te dejamos una lista de los sectores que difícilmente la IA va a dominar.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Julio de 2025 quedará registrado como el mes más doloroso para el mundo tech. Mientras algunos celebran los avances de la inteligencia artificial, otros empacan sus cosas tras ser despedidos. Microsoft abrió el mes con 9.000 despidos. Le siguió Intel, con 5.000 más. Desde 2022, el conteo global en el sector supera el medio millón de empleos perdidos.
Y no es una crisis pasajera ni económica. La causa tiene nombre: inteligencia artificial.
La IA no solo mejora procesos, también reemplaza personas. Grandes como Meta, Google, Amazon y Salesforce adelgazan sus plantillas mientras sus sistemas se robustecen de algoritmos. La ecuación es simple: menos humanos, más automatización.
Un informe de Goldman Sachs ya lo anticipaba en 2023: 300 millones de empleos en riesgo de ser automatizados. Y la programación, una de las joyas de la corona, ya perdió el 27 % de sus empleos en EE.UU. entre 2022 y 2024.
La gran pregunta que muchos se hacen no es si la IA reemplazará trabajos, sino a quién despedirá primero.
Hay quienes dicen que los más jóvenes, los que apenas inician, son los más vulnerables porque sus tareas suelen ser las más básicas. La lógica: si el trabajo es repetitivo, la IA lo hace mejor y más rápido.
Otros expertos aseguran lo contrario: la IA amenaza más a los trabajadores veteranos que, por costumbre, aplican fórmulas rutinarias. Algunos incluso se resisten a adaptarse.
“El que no le saque provecho a la IA, pierde”, dicen en Microsoft y OpenAI.
Sea quien sea el afectado, la angustia es generalizada: o la IA te reemplaza, o te obliga a reinventarte.
En medio de este panorama sombrío, Bill Gates lanza un salvavidas: hay tres sectores donde la IA difícilmente podrá dominar por completo:
Según Gates, si empezara hoy su carrera, elegiría alguna de estas áreas.
La otra salida es la reinvención. No es casualidad que cursos de IA, Python y machine learning estén a reventar. Muchos despedidos ahora fundan startups en salud digital, ciberseguridad o fintech.
Las habilidades valen más que los títulos.
Pero no todos logran adaptarse. Los que tenían 10 o 20 años en una empresa, las mujeres y los trabajadores senior enfrentan más barreras para reubicarse.
La edad y la resistencia al cambio juegan en contra.
Más allá de las cifras, el golpe emocional es devastador. Expertos llaman a esto abandono profesional: dolor, incertidumbre y hasta duelo.
Porque el trabajo no solo paga cuentas, también da propósito, dignidad y sentido de pertenencia.
Geoffrey Hinton, uno de los padres de la IA, advirtió:
“El desempleo masivo puede provocar una crisis de identidad”.
El futuro laboral no es un abismo, pero sí una transición radical.
La IA ya no es copiloto: es quien maneja el carro.
Para no quedarse fuera, la receta es clara: capacitarse, adaptarse y abrazar el cambio.
Las empresas, por su parte, deben invertir en formación, en modelos laborales sostenibles y en redes de apoyo para sus empleados.
No es el fin del trabajo, pero sí el inicio de otra forma de trabajar.
La revolución de la IA ya está aquí.
Quienes logren subirse al tren tendrán futuro; quienes no, lo verán pasar desde el andén.
¿Listo para el cambio?