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Conoce las 5 prácticas de ciberseguridad más peligrosas que te ponen en riesgo de ataques. Aprende a proteger tu información y a navegar seguro.
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Creativo Digital
En el mundo digital actual, la información personal es uno de los activos más valiosos. Sin embargo, muchas veces la exponemos sin darnos cuenta a través de hábitos que parecen inofensivos. Proteger nuestros datos es fundamental para evitar ser víctimas de ciberdelincuentes.
Conocer las puertas de entrada más comunes para los atacantes y aprender a cerrarlas es el primer paso para una vida digital más segura. A continuación, se detallan cinco de las prácticas más riesgosas y las acciones concretas que puedes tomar para protegerte de manera efectiva.
Una de las prácticas más extendidas y peligrosas es utilizar la misma contraseña para múltiples servicios o crear claves fáciles de adivinar, como "123456" o fechas de nacimiento.
Si un ciberdelincuente logra descifrar tu clave en una plataforma poco segura, intentará usarla en otras cuentas más importantes, como tu correo electrónico o aplicaciones bancarias, aplicando una técnica conocida como credential stuffing.
Crea contraseñas únicas y robustas para cada una de tus cuentas. Una clave segura debe combinar letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Considera usar un gestor de contraseñas para generar y almacenar estas claves de forma segura.
Activa siempre la autenticación de dos factores (2FA) cuando esté disponible. Este método añade una capa extra de seguridad al requerir un segundo código de verificación, usualmente enviado a tu celular.
El phishing es una de las técnicas de engaño más efectivas. Los atacantes envían correos electrónicos o mensajes de texto que parecen legítimos, suplantando a bancos, empresas o redes sociales, para que hagas clic en un enlace malicioso o descargues un archivo infectado.
Estos enlaces pueden dirigirte a páginas falsas que roban tus credenciales o instalar malware en tu dispositivo para espiar tu actividad y robar información sensible.
Desconfía de cualquier comunicación no solicitada que te pida actuar con urgencia. Antes de hacer clic, verifica la dirección del remitente y pasa el cursor sobre el enlace para ver la URL real. Si tienes dudas, es mejor no abrirlo y contactar a la entidad por un canal oficial.
Las redes Wi-Fi gratuitas en aeropuertos, cafés o centros comerciales son convenientes, pero a menudo son inseguras. Los ciberdelincuentes pueden crear redes falsas con nombres similares a las legítimas o interceptar el tráfico en redes abiertas.
Al conectarte a una de estas redes sin las precauciones adecuadas, un atacante podría ver todo lo que haces en línea, incluyendo las contraseñas que introduces y los mensajes que envías.
Evita realizar transacciones bancarias o ingresar información sensible cuando estés en una red pública. Si necesitas conectarte, utiliza una Red Privada Virtual (VPN), que cifra tu conexión y protege tus datos de miradas indiscretas.
Posponer las actualizaciones del sistema operativo o de las aplicaciones puede parecer una molestia menor, pero es un riesgo de seguridad significativo. Estas actualizaciones no solo traen nuevas funciones, sino que también corrigen fallos y vulnerabilidades de seguridad.
Los ciberdelincuentes buscan activamente dispositivos con software desactualizado para explotar estas brechas conocidas e instalar programas maliciosos.
Configura tus dispositivos para que instalen las actualizaciones automáticamente. Tanto en tu celular como en tu computador, asegúrate de tener siempre la última versión del sistema operativo y de todas tus aplicaciones.
Compartir detalles de tu vida en redes sociales puede parecer inofensivo, pero cada dato que publicas puede ser utilizado en tu contra. Fechas de nacimiento, lugares que frecuentas, tu número de teléfono o incluso el nombre de tu mascota pueden ser pistas para los atacantes.
Esta información puede ser usada para adivinar tus contraseñas, responder preguntas de seguridad o para construir ataques de ingeniería social más convincentes y personalizados.
Revisa y ajusta la configuración de privacidad de tus perfiles en redes sociales para que solo tus amigos o contactos de confianza puedan ver lo que publicas. Sé selectivo con la información que compartes públicamente y evita publicar datos sensibles.
La ciberseguridad no es solo para expertos en tecnología; es una responsabilidad personal. Adoptar hábitos seguros como usar contraseñas robustas, desconfiar de mensajes sospechosos, protegerse en redes públicas, mantener el software actualizado y gestionar la privacidad en redes sociales, reduce drásticamente el riesgo de sufrir un ataque informático. Tomar estas medidas proactivas es esencial para navegar con tranquilidad en el entorno digital.