Colombia
La paz de un viudo de 84 años fue quebrada, primero por la fama mundial y luego por la violencia. La propiedad fue asediada , incluso, en presencia de la policía.
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Por: Erika Mesa Díaz
Creativa Digital
La propiedad de Humacao, Puerto Rico, que se convirtió en un ícono cultural tras aparecer en el cortometraje "Debí Tirar Más Fotos" de Bad Bunny, y posteriormente ser replicada en el escenario de su residencia "No me quiero ir de aquí", fue escenario de dos incidentes de tiroteo durante la noche del domingo 21 de septiembre.
Los hechos ocurrieron frente a la vivienda de Ramón Carrasco, viudo de 84 años, quien recientemente demandó a la superestrella del reggaetón y a tres empresas productoras.
Balón de Oro 2025: Dembélé corona su revancha y Blessd hace historia en ParísLa Policía de Puerto Rico investiga dos incidentes de tiroteo ocurridos frente a la famosa "casita" en el barrio Río Abajo de Humacao. Según el reporte preliminar, los agentes asignados hallaron tres casquillos de pistola calibre 9 mm en el lugar. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni daños materiales tras los episodios.
Ramón Carrasco, propietario de la residencia, relató a las autoridades que se encontraba dentro de su casa cuando escuchó gritos ofensivos procedentes de un vehículo en movimiento, seguidos de tres disparos. "Alguien gritó palabras ofensivas y luego inició los disparos", declaró el hombre de 84 años.
Mientras la policía recopilaba testimonios en la escena, un segundo vehículo se aproximó y un individuo gritó reiteradas veces el nombre de un artista urbano, acompañado de más expresiones ofensivas. Este evento delictivo generó alarma por el creciente interés y la constante presencia de personas en el lugar, que se ha convertido en un punto de referencia para seguidores del artista.
Carrasco señaló que "gran cantidad de personas" acude cada día a su hogar para tomar fotografías y videos, lo que ha modificado su rutina y afectado su privacidad de forma severa. "Hay días que ni puedo descansar", sostuvo ante los agentes. El caso pasó al Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Humacao para una investigación más profunda.
Hallaron cuerpos sin vida de B King y Regio Clown en MéxicoLa demanda civil interpuesta por Ramón Carrasco ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan busca una compensación de al menos 6 millones de dólares por el uso no autorizado de la imagen de su residencia y por los daños y la angustia emocional causados. Los demandados son Benito Antonio Martínez Ocasio (Bad Bunny), Rimas Entertainment LLC, Move Concerts PR INC y A1 Productions, LLC. La querella alega que los acusados se enriquecieron ilícitamente utilizando la imagen de la propiedad sin una compensación justa.
El documento legal sostiene que, durante la grabación del video en noviembre de 2024, los representantes de la producción se aprovecharon de la limitada educación de Carrasco, quien no sabe leer ni escribir. Alegan que le pidieron firmar en la pantalla en blanco de un teléfono celular, y que luego transfirieron digitalmente esa firma a al menos dos contratos distintos sin explicarle su contenido.
"Los contratos nunca le fueron explicados, leídos ni entregados", se indica en la documentación judicial. Carrasco habría recibido dos cheques que suman 5,200 dólares, mientras que el video superó los 22 millones de visualizaciones.
La demanda también detalla que, durante la filmación, el equipo tomó medidas y registros fotográficos de la casa que después utilizaron para construir una réplica exacta en el Coliseo de Puerto Rico para la residencia de conciertos "No me quiero ir de aquí", sin el permiso del propietario para dicho uso.
Carrasco construyó la casa "bloque a bloque" con su familia en la década de 1960. La propiedad, de color salmón con detalles amarillos y una amplia terraza, se convirtió en el escenario principal de los conciertos, donde figuraron artistas de talla mundial.
Horóscopo del 22 al 28 de septiembre, por Edwin Ocampo: predicciones y número para jugar chance o loteríaLos recientes incidentes de tiroteo frente a la "casita" de Humacao destaca las consecuencias no deseadas de la fama súbita de una propiedad privada. El caso presenta una compleja intersección entre el éxito comercial de un fenómeno cultural global y los derechos fundamentales de un ciudadano común.