
Colombia
El abogado y aspirante a la Presidencia pasó por Aquí nadie responde para hablar de sus polémicas y propuestas para el Estado y los jóvenes.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
En una entrevista exclusiva en el programa Aquí nadie responde, de Mix Radio Bogotá, el abogado y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella expuso los pilares de su campaña. Se refirió a sus polémicas recientes, delineó sus propuestas de seguridad y economía y reafirmó su perfil como un outsider que aplicará la lógica empresarial al Estado.
Abelardo de la Espriella abordó de frente dos temas que han generado controversia pública. Sobre las críticas por su trabajo como abogado litigante, defendió su trayectoria. "Yo no tengo ni una sanción penal ni una sanción disciplinaria por más de 22 años de ejercicio profesional", afirmó durante la entrevista.
Respecto a la etiqueta de "extrema derecha" que algunos le atribuyen, el precandidato respondió: "No. Yo soy de extrema coherencia". Se alineó con lo que llamó "valores fundacionales" como la familia, la economía de mercado y el respeto a la propiedad privada.
El candidato también se refirió a una polémica pasada sobre maltrato animal. Manifestó que se trató de un mal chiste: "esa fue una mala broma que nunca debía ser, porque yo, primero, nunca hice eso, y segundo, me encantan los animales".
El precandidato planteó una reformulación del sistema educativo y de oportunidades para las nuevas generaciones. Su propuesta se centra en la empleabilidad y la productividad: recuperar el ICETEX y armar un sistema de educación que "consulte la vocación de los pelados".
También criticó la sobrevaloración de los títulos universitarios sin una aplicación práctica. "¿A mí de qué me sirve un huevón con seis cartones y no factura un peso?", cuestionó. "Lo que tiene uno que ser es productivo; eso es más importante incluso que ser profesional", mencionó.
Para el aspirante presidencial, el objetivo final es claro: "necesitamos gente que sea productiva, porque la verdadera libertad es la libertad económica". Propuso la creación de un programa estatal que facilite la inclusión de los jóvenes en el mercado laboral de manera paralela a su formación. Esta visión busca cerrar la brecha social y priorizar la capacidad de generar ingresos, asegurando que los estudios se traduzcan en productividad y crecimiento personal.
La columna vertebral del proyecto de De la Espriella es una drástica reducción del tamaño del Estado. "Hay que reducir el estado en un 40%", declaró sin rodeos. Argumentó que este recorte permitiría eliminar impuestos "repelentes" como el 4x1000 y bajar la sobretasa a la gasolina, lo que, en su visión, "automáticamente le aliviana la vida a los ciudadanos".
El precandidato, quien se autodenomina "el verdadero outsider", propone aplicar la lógica de la empresa privada al sector público. "La empresa más importante de Colombia es el Estado y la está manejando gente que nunca ha generado riqueza", criticó.
Prometió un "gobierno austero", que incluya la decisión de no realizar viajes presidenciales al exterior y, en su lugar, "despachar desde cada uno de los 32 departamentos de Colombia con un puesto de mando unificado" para resolver problemas de manera directa en las regiones.
Con un discurso que mezcla la confrontación política con la promesa de un cambio de orden, Abelardo de la Espriella se consolida como una figura que polariza el escenario preelectoral. Su visita a Aquí nadie responde dejó en claro su estrategia: presentarse como un hombre de resultados, ajeno a la "casta política" y decidido a imponer un modelo de seguridad firme y un Estado mínimo.