Colombia
La serie surcoreana cerró su historia con un acto heroico de Gi-hun que dejó al mundo sin palabras.
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Por: Michele Odarba
Creativo Digital
La tercera y última temporada de El Juego del Calamar llega con culmina su trama el 27 de junio de 2025, marcando el cierre emotivo de una saga que ha estremecido al mundo. En una isla letal, Seong Gi-hun –el jugador 456– enfrenta un dilema moral que conmueve a millones: renunciar a su vida para salvar a un bebé superviviente. Ese instante traza la línea entre la brutalidad del sistema y el anhelo de redención.
Los seis episodios finales resumen en una última prueba macabra: un juego en plataformas elevadas donde Gi-hun, la bebé y su propio oponente llegan al clímax. Al final, el jugador 456 opta por lanzarse al vacío, sacrificándose para que la niña gane. Esta poderosa acción representa “un símbolo de esperanza” frente a un mundo desgarrado por la codicia, como afirmó su creador.
Tras el desenlace, el Front Man rescata al bebé, destruye la isla y cede el dinero del premio a la hija de Gi-hun, mientras el detective Jun-ho trae la noticia a Los Ángeles. La aparición final de Cate Blanchett en un cameo jugando ddakji en EE.UU. abre un portal narrativo que podría dar paso a una versión adaptada o un spin-off norteamericano.
Lee Jung‑jae (Gi-hun) explicó que el epílogo será muy diferente, pero fiel a la esencia crítica de la serie –una alegoría sobre desigualdad y capitalismo– ([elpais.com][5]). Por su parte, Hwang Dong-hyuk describió el final como “mitad triste, mitad esperanzador”, un tono que mantiene la ambigüedad que marcó el punto de partida ([cadenaser.com][6]).
El Juego del Calamar 3 ofrece un broche final que mezcla conmoción y esperanza, a través del sacrificio de un hombre en favor de una nueva generación. Este desenlace, conversado hoy en Mix Radio, nos deja una lección clara: la esperanza surge del gesto humano en medio de la adversidad.