Colombia
Delincuentes suplantan a hijos para robar a padres desprevenidos. Conozca cómo operan, a quiénes apuntan y qué hacer para evitar caer.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Todo comienza con un mensaje corto y aparentemente inofensivo:
“Hola, mamá. Perdí mi celular, este es mi nuevo número. Escríbeme por aquí”.
A partir de ese momento, muchos padres y abuelos quedan atrapados en una red de engaño cuidadosamente diseñada. Lo que parece ser una simple conversación entre familiares se convierte en una estafa emocional con consecuencias económicas graves.
En la modalidad conocida como “la estafa del hijo en apuros”, delincuentes suplantan la identidad de un hijo o hija, y con un tono afectuoso y desesperado, piden dinero con urgencia para salir de un supuesto problema.
El método es tan sencillo como efectivo. Usando WhatsApp o mensajes de texto, los estafadores contactan a la víctima desde un número desconocido. Se hacen pasar por un familiar cercano —en la mayoría de casos, un hijo—, e inventan alguna excusa para explicar por qué escriben desde un nuevo número.
Una vez que ganan la confianza de la víctima, presentan una emergencia: un accidente, una multa, un problema legal o una deuda que no puede esperar. La petición siempre termina en lo mismo: una transferencia urgente de dinero.
Para evitar sospechas, los delincuentes ofrecen excusas para no responder llamadas: mala señal, celular dañado o poca batería. Y todo está diseñado para generar presión emocional y evitar que la víctima se tome un minuto para verificar lo que está pasando.
Porque los estafadores saben que el amor de un padre o madre puede más que la razón. La preocupación por un hijo suele hacer que se actúe con rapidez y sin pensar.
Los adultos mayores, especialmente, son blanco fácil. Muchos no están familiarizados con las nuevas tácticas digitales de fraude y confían en lo que leen. En varios países, incluyendo Colombia y España, ya se han reportado cientos de casos y pérdidas que superan los cientos de millones de pesos.
Si identificas estas señales, no respondas. Primero, verifica la información directamente con tu hijo o hija usando un número que ya conozcas.
Una de las recomendaciones más efectivas es establecer palabras clave familiares que sirvan para verificar una emergencia real. Conversar en familia sobre este tipo de estafas puede ser la mejor vacuna para no caer en ellas.
Además, evita hacer clic en enlaces que lleguen por mensajes no solicitados. Algunas de estas trampas digitales pueden vaciar cuentas bancarias en segundos.
En tiempos donde los delincuentes aprovechan la tecnología y los vínculos emocionales, la mejor defensa es la información y la prevención.
No dejes que el corazón decida sin que la cabeza confirme.
Un “hola, papá” desde un número extraño puede parecer inocente, pero podría costarte todos tus ahorros.
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