Colombia
Rock al Parque 2025 convierte a Bogotá en la casa del rock con 56 bandas, entrada libre y un cartel que une historia, rebeldía y diversidad.
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Por: María Paula Vargas Rodríguez
Creativa Digital
En su edición número 29, Rock al Parque no solo confirma su longevidad: reafirma que Bogotá es y seguirá siendo el epicentro cultural del rock en Latinoamérica. Este 21, 22 y 23 de junio, el Parque Metropolitano Simón Bolívar se transforma una vez más en territorio libre, diverso y poderoso, donde 56 bandas —locales, nacionales e internacionales— cruzarán sonidos, memorias y generaciones.
Este año, más que un cartel, el festival presenta una declaración de principios: “Bogotá es mi casa, es la casa del rock”. Y es que pocas ciudades han logrado convertir la música en un bien público como lo ha hecho la capital colombiana. Entrada libre, programación curada con rigor, y una apuesta por la convivencia hacen de este encuentro un símbolo de resistencia cultural en tiempos de algoritmos y plataformas.
Entre los platos fuertes figuran agrupaciones legendarias como El Cuarteto de Nos, Los Cafres, Madball, La Derecha, Polikarpa y sus Viciosas, y Don Tetto, estos últimos marcando un hito al ser la primera banda del festival con capacidad comprobada para llenar el Movistar Arena. A su lado, nuevos nombres irrumpen desde el subsuelo local, con propuestas frescas como Buha 2030, Piangua y Somberspawn, nacidas de la Beca Rock al Parque.
Y es que el festival no solo es vitrina: es laboratorio. Con una agenda académica paralela y alianzas como la de Idartes con el Instituto Francés, Rock al Parque pone a circular conocimiento, industria e identidad.
Más allá del pogo y los riffs, este festival es un ejercicio de democracia cultural. Con rutas de transporte especial, transmisión por Canal Capital y medidas de seguridad pensadas para la convivencia, Rock al Parque no le canta solo a los fanáticos: le habla también al caminante curioso, al joven que busca su primera gran experiencia musical, al padre que regresa con su hija, ahora adolescente, al mismo lugar donde descubrió a A.N.I.M.A.L. en 2005.
Y eso es lo que lo hace distinto. Aquí no hay ticket VIP ni zonas restringidas. Aquí todos caben. Aquí el rock no es solo género: es lenguaje, historia, comunidad.
Desde 1995, Rock al Parque ha sido un impulso invaluable para la escena independiente y para el turismo cultural en Bogotá. Ha creado empleos, ha abierto puertas y ha hecho del ruido una herramienta de transformación social.
Este año, con 27 bandas internacionales de más de 10 países, sigue cumpliendo su promesa: traer el mundo a Bogotá y llevar Bogotá al mundo.
Porque sí: esta ciudad también es distorsión, contracultura y abrazo colectivo. Y en junio, una vez más, lo demostrará.