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Héctor Delgado, conocido anteriormente como Héctor “El Father” es, sin ninguna duda, un referente del reggaetón clásico a pesar de que se retiró de la música para dedicar su vida a la religión.
El puertorriqueño hizo una carrera artística de 15 años; 10 junto a Tito “El Bambino” y otros cinco como solista, a la vez que trabajaba como productor para sus colegas en el género.
Haciendo una reflexión sobre su vida, “El Father” llegó a la conclusión que la fama y el dinero no le daban felicidad, pero encontró esta cuando la religión llegó a su vida, por lo que tomó la decisión de dejarlo la música y todo lo que esta representaba, para volverse predicador.
Héctor se declaró “en quiebra” y entregó todas las casas y autos que poseía. Se mudó con su familia a un pequeño apartamento que le había regalado su padre cuando ganó su primer cheque y, junto a su familia, llegó a pasar grandes necesidades.
Sin embargo, el cantante confiesa que lo más duro no fue entregarlo todo y quedarse sin dinero, sino el hecho de que su familia se adaptara a este nuevo estilo de vida:
“Lo fuerte para mí no fue dejar todo eso, lo fuerte para mí fue que mi familia se adaptara. En el momento ‘Picu’ (su hijo) tenía el papá que le compraba lo que le diera la gana, pero ahora tenía que entender que las cosas ya no eran como antes. Una esposa que, por eso la amo, se quedó conmigo en los primeros años de mi conversión que fueron muy difíciles. Llegó un tiempo en que yo no tenía para pagar el agua, ni la luz”, declaró.
Y agregó que: “Las únicas personas que se quedaron ahí fueron mi mamá, mi suegra y Cholo (exmánager)”.
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